miércoles, 19 de mayo de 2010

Mercedes González Alberdi: “El papel es obra viva de arte”



En China y Japón de los años ochenta, Mercedes González Alberdi andaba entre asiáticos maestros aprendiendo la historia de algo que aquí solo algunos iniciados conocían, el washi, resultado artístico que parte de la elaboración del papel, de su técnica, para llegar o parar convenientemente en un estadio conclusivo fusión de la naturaleza vegetal, el agua, las manos del artesano y el tiempo. El washi es un proceso que nace en la tierra, crece con templanza y madura cuando la luz atraviesa sus texturas. Esta técnica está imbricada en la cultura japonesa, y muy presente en la vida cotidiana de aquel país. A pesar, o por ello, de su utilitarismo, el washi en Japón se considera un arte. En Europa ha sido en esta última década cuando se han empezado a conocer, apreciar e interpretar algunas de las manifestaciones de la amplísima y dispar cultura asiática. Hablamos con Mercedes de estos temas, y de la exposición que en Valencia, en el Instituto Confucio, tuvo lugar hace unos meses como homenaje a los Han Xin-jin, anónimos maestros de la época Han, y a Cai Lun, reconocido inventor del papel en China y responsable de su difusión como técnica y soporte.
Estuviste en China aprendiendo artesanía del papel, algo más que una técnica.
Creo que sí. Según se puede ver en algunos y escasos sitios concretos, tradicional y básicamente ha sido y es una forma de vivir y entender en distintos estadios y avatares a mamá naturaleza, de la que todos los seres animados e inanimados formamos parte. Esa naturaleza que, por desgracia, día a día va desapareciendo junto a los oficios que propició.
Háblanos de ese homenaje a Cai Lun - -en el Instituto Confucio de Valencia ¿has llevado tus obras de papel?
El homenaje es para todos aquellos anónimos maestros papeleros cuyos nombres desaparecieron de la memoria histórica oficial, los que he bautizado como HanShi-jin, (Han por el periodo histórico, Shi el nombre del papel, y jin que significa persona, = a las personas papeleras de los tiempos de Han). Aquellos que hicieron posible que Cai Lun sistematizara la producción de este maravilloso y perfecto invento que es el papel. Así, en esa instalación presenté algunas de mis primeras obras experimentales con este medio, los ejercicios que llamo proto-papel-es. Más intuitivos que técnicamente formales ya que responden a la necesidad concreta y afectiva de texturas-soporte para mis dibujos y pinturas. Te diré que en el proceso encontré la obra, con un material, un medio que me arrebató. Desde siempre me ha gustado andar descalza, sentir el tacto del agua, la arena, tierra, o hierbas, ver las plantas crecer, las flores, subirme a los árboles… utilizar todas estas materias primas en mi trabajo me reintegra en la naturaleza, reconforta, reconcilia, atemperando mi carácter.
Proto-papel-es, de acuerdo a tus trabajos, sería…
…el tipo de papel que se hace por necesidad de un soporte concreto y con más ganas que conocimientos, sin técnica ni para procesar la fibra, ni para unirla. Es un papel intuitivo y experimental de tanteo y tienta, para aproximarse al ideal ya ideado mientras se encuentra la técnica que posibilita alcanzarlo, para dar paso sin tregua al tratar de hacerlo un poquito mejor…Como dice el maestro Coomaraswamy: por el bien de la cosa que hay que hacer.
¿Naturaleza-utilitarismo-arte, es un camino evolucionista?
Para mí, sinceramente, y desde su origen, el arte siempre es útil, porque da respuesta a distintas necesidades para la supervivencia, por citar algunas y por ejemplo, tenemos la de ex-presión, la de la comunicación, la de belleza y armonía, la necesidad que tenemos los humanos de disfrutar y de hacer cosas bien hechas no es algo superfluo, ni un lujo, es un derecho fundamental. Recordemos que según Aristóteles, el fin general del arte es el bien del ser humano. Me explicaré sin consideraciones filosóficas ni sociales, desde el punto de vista puramente biológico, es un hecho científicamente comprobado: hacer y disfrutar de la naturaleza y el arte, es decir, de las cosas pequeñas o grandes bien hechas, produce placer porque estimula la bioquímica de la endorfina, oxitocina, dopamina, serotonina…
La sociedad de la información busca nuevos soportes ¿qué futuro le ves al papel en esta nueva etapa?
Para mí no puede existir una sociedad sin comunicación_información, por lo cual, no entiendo muy bien la pregunta. ¿Serás tan amable de formularme la cuestión en otros términos …?
Me refería a soportes que recogen información, soportes electrónicos , e-book…
Si lo que me preguntas es cómo veo el papel del papel en la época de la realidad virtual, electrónica-audiovisual-“informa-matizada”, te diré que, más allá de modas y modos, el papel seguirá siendo un medio genial para la material comunicación-expresión visual y el arte. Y puesta en plan vidente futurológica, vaya por delante que no es ni una amenaza ni es una promesa, como sigamos teledirigidos por codiciosos psicópatas depredadores de bosques primigenios, en mi bola de cristal aparece el papel del papel como en su origen: un artículo de lujo asiático reservado a una minoría. Y todo gracias a la inevitable, prepotente y destructora avaricia de la cada vez más evidente y generalizada estupidez de nuestra especie, que por aquello de rentabilizarlo todo, prefiere cantidad a calidad, expoliando lo habido y lo por haber.

¿Cómo es el papel de tu vida?
Cantando a dúo con Freddie Mercury _Parte de mi vida es el papel. Pero….Y si me das a elegir me quedo con… el hecho a mano con la mente vacía, anvolèe, en el inconsciente vuelo sin tiempo del aquí y ahora. No sé si me explico, pero lo voy a intentar. La respiración marca movimiento danza en sincronicidad con la fibra en el agua compuesta, mucilaginosa, ralentizada, es la sinergia que imprime carácter.
El compás de ritmo lento o rápido, según sea la fibra o la clase de papel y el ineludible factor factorum factótum, la energía del espíritu de la persona que lo hace. Mientras, crepita el fuego, olor a neri, y a la fibra que se recolectó en otoño. El papel desecado en estufa de rocas calientes o, mejor aún, asoleado lentamente al tibio sol sobre la tabla del guinko biloba femenino. El hecho por myuko-jin en el corazón del gélido invierno da un tipo concreto de espacio que potencia la imaginación dinámica. Porque sinceramente desprende y transmite calor humano junto al blanco silencio de nieve.
¿Ha sido, es, el papel uno de los materiales más contaminantes de las últimas décadas?
En absoluto, definitivamente no. No comparto ese criterio, por ejemplo, los hidrocarburos y los pesticidas son mucho más contaminantes y no por ello se reduce su utilización. Si bien es cierto que desde la aparición de los procesos industriales de fabricación de papel, sí ha habido un irresponsable y abusivo uso de todo tipo de papeles, envoltorios, panfletos, folios, cuchés, etc. sobre todo en aras del marketing empresarial o “imagen”, me refiero al packaging y a la publicidad con sus venenosas y evitables tintas de impresión. Su uso, al no estar legislado de forma clara y estricta, ha propiciado un fomento peligroso y desestabilizador con daño doble: por un lado el medioambiental, y por otro, el cotidiano tipo de terrorismo visual que tanto engaña y contamina las mentes.
El papel desde su origen, hace más de 2.000 años, ha servido de soporte, medio, vehículo, plegándose fiel, gentil y humildemente a las necesidades humanas de toda índole. Empezando en las espirituales individuales y las colectivas, siguiendo con las artes, las biotópicas culturales y sociopolíticas, las económicas, y por descontado terminando en las higiénicas… Además, no podemos olvidar que el genuino papel es de fibras procedentes de cultivos sostenibles biodegradables y reciclables. ¿Hay quién dé más?
En mi opinión no hay otro material tan versátil ni útil, que recorra y acompañe esa abundante, dispar, y efímera trayectoria que constituye la historia de la más antinatural de las especies animales, la nuestra. Digo esto, entre otras muchas razones que obviaré, por la codiciosa y sistematizada destrucción del hábitat, a esto se le llama instinto autodestructivo del ser racional.
Y sin ánimo de ofender a los dirigentes y sus acólitos, que por muy eruditos que sean, forman una caterva de diligentes, bienintencionados, ignorantes, e incultos papanatas, a las pruebas me remito, una vez más la han cagado con el abuso irresponsable de plantas y árboles, los pulmones naturales del planeta. Y luego por ley van y cuelgan el “se prohíbe fumar”. No lo entiendo, mi pobre neurona patinadora no comprender tanto despropósito! O ¿será que algunos humanos tienen envidia de la nacida telúrica con vocación aérea y voluptuosa verticalidad arbórea?
¿Qué prioridad das en tu producción a las creaciones en papel sobre otras técnicas como óleo, acuarela, o el dibujo digital por ejemplo?
En mis obras las prioridades técnicas se establecen en tanto el qué y por qué, el cómo, dónde, y para qué. No necesariamente en este orden. Es una cuestión de adecuación emocional y psicogeográfica. El papel para mí abarca un proceso entero, desde la recolección de la planta, la extracción y preparación de la fibra, a la producción final y sus terminaciones; es en sí un camino, una obra viva de arte.
He visto unos óleos maravillosos tuyos de almendros, con muy poca materia ¿depuración? ¿influencia del washi japonés?
Gracias por lo de maravillosos, se sabe que el arte además de en la obra está en la mirada de quien lo recrea. Esta esencialidad más que con el washi está relacionada con la wasa del río de la vida, que todo se lo lleva. Te cuento, los óleos de árboles en flor que mencionas, apenas pálidos reflejos entrevistos del juego de y con la luz-color-es y formas, son parte de una serie de estudios sobre la expresiva belleza, viva y efímera de la naturaleza. En base a las sucesivas y estacionales variaciones del trinomio energía espacio temporal investigación temática que inicié siendo alumna de B. Artes en Bilbao, y que ya era parte de mi persona cuando llegué a Japón. Es que no fue por casualidad que eligiese Japón para continuar mi aprendizaje del arte de sobrevivir,
Aunque … como es lógico, desde finales de los ochenta mis obras están muy relacionadas con los estudios y experiencias de campo en la cultura y el arte chino-japonés. Tanto con el washi como con la pincelada única y su expresiva atmósfera. Primero Ono Sensei de Dasaifu me inició al sumi-e, y luego mi buen amigo el genial maestro calígrafo Kingui Fujita, entre otros artistas y con mucha paciencia, han ido enseñándome a descubrir, entender, y recrear.
¿Qué se aprende y qué se lleva puesto?
En cuanto a la primera pregunta, creo que un montón de nadas para no ahogarse. De lo otro, lo que se experimenta, lo que se ama, lo que se rechaza, los sueños y los deseos. En definitiva, lo que se es.
¿Cómo te ves como artista?
Pues… como embarcándome por más de tres veces a la caza del Snarck!

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